10 de abril de 2012

Tengo un domingo en stand by por si algún lunes te deprime, y en la cartera un ánfora que guarda olor a ti, tengo boletos de primera fila, para verte despertar por las mañanas; tengo la firme convicción de que si estás me consolido, y la sospecha de que ni sospechas cuánto te amo, tengo tu foto puesta en la pupila, y con tu voz baila el estribo, el yunque y el martillo. Tengo risas, tengo llantos, tengo un termostato, que me enciende cuando estás y que me apaga si te vas, pa' no morir de la nostalgia. Adiós melancolía, gracias por la compañía, pero aquí ya no hay más sitio para usted; Adiós melancolía, le agradezco la poesía, que entre versos hoy me deja confesarle a esta mujer que me saque la lotería cuando la vi. Tengo una dosis de perdón por si haces algo que me duela, y una canción de más por si algún día la echas de menos, tengo un stock de besos sin estreno y un camión de amor del bueno, para tí. Tengo risas, tengo llantos, tengo un termostato, que me enciende cuando estás y que me apaga si te vas, pa' no morir de la nostalgia. Adiós melancolía, gracias por la compañía, pero aquí ya no hay más sitio para usted; Adiós melancolía, le agradezco la poesía, que entre versos hoy me deja confesarle a esta mujer que me saque la lotería cuando la vi. Hoy cuelgo mis sueños en el piercing de tu ombligo, mientras la melancolía observa y es testigo, quiere estar segura, un poco por ti, un poco por mí, un poco por celos. Tengo agua de mar en la bañera, y en la cama aire de cordillera, tengo sol de mayo en la nevera, y flores de abril en la escalera, tengo un cuarto lleno en primavera, y un beso esperando en la trinchera; un jarrón que llora cuando espera, y te tengo a ti por donde quiera.

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