Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.
Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.
Darle a alguien todo tu amor es un seguro de que te amará, pero no esperes que te amen, sólo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo.
Hay cosas que te encanta oír y que nunca escucharas de la persona que te gustaría que te las dijera. Pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que te las dice desde su corazón.
No digas adios si todavía quieres tratar, nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando, nunca le digas a una persona que no la amas si no puedes dejarla ir.
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