
Todo parecía muy feliz en mi vida, tenía todo lo que se podía querer, pero sobretodo tenía amor. El amor llenaba todos mis espacios, no podíamos estar lejos el una del otra, muchas llamadas, muchos emails, todo lo que había soñado estaba allí conmigo, y no podía ser más feliz. Cantaba todo el día, todo era maravilloso a mi alrededor, claro, ¿cómo no serlo si me casaría o viviría con esa persona tan linda que Dios me había regalado..?
Y así era yo: muy feliz.
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